La depresión es un problema con un gran impacto psicosocial. Suele originarse como consecuencia de la incapacidad para resolver, de un modo adecuado, los problemas. Cuando estos persisten y no tenemos estrategias efectivas para abordarlos nos puede llevar a una situación de pasividad y de entrega.

La depresión presenta un complejo síndrome con numerosos y variados síntomas de carácter fisiológico, cognitivo, afectivo y comportamental como puede ser:

Sentirse triste, vacío, sin esperanzas, perdida de interés o placer en las actividades, falta de energía, problemas de alimentación y/o de sueño, no ser capaz de concentrarse, ideas suicidas.

Estos síntomas, que no tienen que ser todos, provocan malestar significativo o deterioro en el ámbito familiar, social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Tratamiento.

La eficacia y utilidad de la terapia de conducta está ampliamente reconocida en el tratamiento de la depresión. El tratamiento cognitivo conductual es el recurso mas recomendado para este tipo de problemas. Los objetivos en términos generales serían: recuperar las actividades habituales que realizaba antes y resolver los problemas de una forma activa y adaptativa. Para ello se modifica pensamientos automáticos, atribuciones, expectativas, esquemas, etc. Aumento de la actividad y mejora del estado de ánimo.

El tratamiento de la depresión depende de la evaluación realizada a la persona, de los recursos, pensamientos y estrategias de cada persona. Dependiendo del análisis funcional de la conducta, se decide que tratamiento es mas conveniente para cada persona.

Autor: Jose Manuel Aguilar Melchor. Psicólogo Sanitario.